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lunes, 12 de junio de 2017

LA POLÍTICA Y LO POLÍTICO EN EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI

                                                                                          Por: Florentino Arpa Calachua
Introducción
Definitivamente la educación guarda una estrecha relación con las acciones  políticas, desde el momento en que el Estado determina el tipo de hombre que desea formar, hasta el establecimiento de currículos y la puesta en práctica de los centros de educación de todos los niveles. La concreción de la acción política, se muestra en el resultado de la sociedad en la que vivimos. Para bien o para mal, somos el producto de un modelo educativo diseñado.
En este siglo XXI, el Estado se  debe encargar de satisfacer las demandas que las grandes mayorías y no solo debe responder  a los intereses de las élites gobernantes. Para ello las propuestas educativas deben ser trabajadas con la intervención de los diversos actores sociales, que asuman con responsabilidad un proyecto educativo que nos saque, finalmente, de esta situación en la que nos encontramos, aparentemente sin solución alguna. Si el Estado y la sociedad en su conjunto son los encargados de construir una propuesta educativa, entonces, ¿Cómo se puede entender la política y lo político en la educación del siglo XXI? Para responder esta interrogante haremos una revisión en el entendimiento de “la política” y “lo político” y el alcance que esta debe tener en la construcción de una propuesta viable en el presente siglo XXI.

1. La Política en Educación
Mouffe (2011) entiende la política como “el conjunto de prácticas correspondientes a la actividad política tradicional” y lo político como “el modo en que se instituye la sociedad”.  Alineándonos  a estos conceptos tendríamos que señalar la función del Estado y la sociedad en su conjunto en el lineamiento de políticas educativas que logren satisfacer la demanda de las grandes mayorías y no solo, de un sector de la población. Los modelos actuales han olvidados el fin último de la educación, buscar el bienestar de la población. Es necesario retomar esta vieja idea que se quedado olvidado en algún lugar de las buenas ideas e intenciones de los hombres.
Si “la política” es el conjunto de manifestaciones y/o en acciones humanas, individuales y sociales, que impulsan un proyecto, que permite ordenar jurídicamente la vida social, entonces la educación es un acto que se enmarca dentro de lo estrictamente político y esta responsabilidad recae directamente en el Estado. Señalar esta responsabilidad, no significa que debe desarrollarse a puerta cerrada y responder solo a los intereses de grupo, como ha venido ocurriendo en los últimos años, la educación peruana y mundial, hasta la fecha, responde a las exigencias y demandas de sector industrial  (De Zubiría, 2013). Aquella reforma que plantea en la exigencia un estudiante cada vez más competente, obedece a los cambios del sistema industrial. Hemos pasado de un sistema de producción en serie (Modelo Ford) a un sistema de producción flexible (Modelo de incertidumbre), donde la mente de los alumnos también debe ser flexible, capaz de poder adaptarse a los cambios acelerados de la industria moderna. “La sociedad se volvió global e interconectada, el mundo se flexibilizó y diversificó, y cada vez de mayor manera tuvo en cuenta al individuo. Estas profundas transformaciones condujeron a diversos sociólogos, políticos, economistas y administradores a pensar que podríamos estar ante el nacimiento de una nueva era o etapa en la vida humana(De Zubiría, 2013). La determinación de “la política” en educación, sin consulta y respondiendo a los intereses industriales ha recaído en el Estados la que está manejada y controlada secularmente por los sectores de poder económico, situación que debe cambiar en el presente siglo XXI.
2. Lo Político en Educación
Hemos señalado a “la política” como el conjunto de prácticas e instituciones a través de las cuáles  se crea un determinado orden. Pero, aquello que se establece como norma o ley para la práctica social debe nacer de “lo político” entendido como el espacio de libertad y deliberación pública, es decir, la dimensiones de antagonismo de la sociedad. “Lo político” es la vida política por excelencia, por esa razón para establecer modelos o propuestas educativas, estas deben nacer de un movimiento de deliberación, producto de una reflexión del pasado, el presente y el futuro. Es cierto, todos los pobladores de la nación deberíamos participar en este gran debate nacional, pero no se podrá realizar, si la sociedad se encuentra “atomizada”, si las grandes mayorías se encuentran más preocupadas en  poder solventar su existencia del día a día, mientras los medios de comunicación nos vendan “la brutalidad enlatada” y la iglesia no enseñe solo a golpearnos el pecho para limpiarnos de nuestros pecados. La reflexión no solo debe partir de la individualidad social, sino también de los colectivos sociales y de los diversos sectores económicos. Esta reflexión deberá partir; primero, por olvidar los intereses particulares;  y segundo, por tener un solo objetivo en común a largo plazo. Esta propuesta debe buscar el bienestar de la sociedad, que engloba al cumplimiento de los derechos como seres humanos en un ambiente adecuado y con los recursos necesarios. Una sociedad donde exista justicia y equidad, y que se proyecte hacia una mejora constante, donde el conocimiento sirva para ello y no para la explotación de los hombres.
Conclusión
En síntesis, “la política” en educación nos lleva a la concreción de las ideas en acciones prácticas, que recaen bajo la responsabilidad del Estado, este debe encargarse de satisfacer las demandas sociales y no solo de cumplir los requerimientos de los sectores económicos poderosos. La puesta en práctica de modelos o propuestas educativas debe nacer de “lo político”, es decir, de un debate reflexivo, sobre lo que queremos como seres humanos en nuestro país y el mundo. Los modelos que hemos aplicado nos han llevado a una destrucción del medio ambiente, la depredación de los recursos naturales, el consumismo desmesurado, la desintegración de la sociedad y la deshumanización del hombre. La respuesta educativa debe apuntar a resolver estos problemas.

Referencias

De Zubiría, J. (Julio de 2013). El mestro y los desafío a la educación en el siglo XXI. Obtenido de http://portal.uasb.edu.ec/UserFiles/385/File/redipe_De%20Zubiria.pdf
Mouffe, C. (2011). En torno a lo político. Obtenido de https://rfdvcatedra.files.wordpress.com/2014/08/mouffe-chantal-en-torno-a-lo-politico.pdf



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